Deniz polisinden Adalar çevresinde 'deniz taksi' denetimi

En los últimos días, varios medios informaron de que esta política sería flexibilizada. El veterano miembro del Parlamento Europeo Manfred Weber dijo el pasado fin de semana al diario alemán Bild que la prohibición se aliviará.

La decisión de Europa de prohibir, a partir de 2035, la venta de nuevos automóviles y furgonetas diésel y de gasolina, adoptada en 2023, fue considerada entonces una política decisiva dentro del emblemático Pacto Verde de la UE. La medida pretende eliminar para ese año las emisiones de CO2 procedentes de automóviles y furgonetas.

La flexibilización de la prohibición podría otorgar mayor margen a los fabricantes de equipos originales de la región, que ya afrontan aranceles estadounidenses, interrupciones en la cadena de suministro, una intensa competencia de China y las dificultades de la transición a los vehículos eléctricos.

Mientras los analistas cuestionan cuánto contribuirá esta medida a mejorar la competitividad regional a largo plazo, los activistas criticaron un posible nuevo retroceso en los objetivos climáticos del bloque.

Esta política ha vuelto a la agenda en los últimos meses. Algunos grupos de la industria automotriz reclaman una revisión de la prohibición para reforzar la competitividad industrial de Europa y la resiliencia estratégica de las cadenas de suministro, sin renunciar a los objetivos climáticos.

La directora general de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), Sigrid de Vries, afirmó: «La flexibilidad es una necesidad urgente». En una publicación en LinkedIn, De Vries señaló: «2030 se acerca y la demanda del mercado es demasiado baja para evitar el riesgo de multas de miles de millones de euros para los fabricantes», y calificó el anuncio esperado de la UE como «un momento crítico para el paquete automotriz».

Añadió que llevará tiempo construir la infraestructura de carga necesaria y poner en marcha incentivos financieros y de compra para encauzar el mercado.

ACEA representa a 16 grandes fabricantes de automóviles con sede en Europa, como Volkswagen, BMW, Ferrari y Renault.
Sin embargo, algunos fabricantes de vehículos eléctricos pidieron a la UE que «se mantenga firme» en su objetivo de 2035 y lo «respalde con medidas más audaces».

En una carta abierta publicada a mediados de septiembre, más de 150 líderes del sector de vehículos eléctricos de la región afirmaron que la fijación del objetivo ya ha impulsado nuevas inversiones por cientos de miles de millones de euros. Entre los firmantes figuran los fabricantes de vehículos eléctricos Volvo y Polestar, así como proveedores de materiales, fabricantes de baterías y operadores de redes.

Espaniol News Agency Espaniol News Agency

 

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