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Sybiha afirmó que “el terror ruso no perdona a nadie, incluidas las comunidades religiosas”.

El ministro añadió que, desde el inicio de la guerra total emprendida por Rusia contra Ucrania, han sido destruidos 640 lugares de culto y han muerto 67 clérigos.

“Durante el ataque nocturno, se golpearon edificios residenciales en Kiev y al menos siete civiles resultaron heridos. Los rusos atacaron nuevamente nuestra infraestructura ferroviaria y a los trabajadores en Sumy. Putin rechaza todas las propuestas de paz y quiere continuar la guerra que comenzó y se niega a terminar. Debemos privarlo de la capacidad de continuar con el terror y la agresión, cerrar su presupuesto de guerra y debilitar sus capacidades militares.”