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El domingo, a bordo del Air Force One, Trump dijo a los periodistas: “Córtenlo tal como está”. Añadió: “Ya está dividido ahora mismo” y señaló: “Podrían dejarlo como está ahora”.

“Podrán negociar algo más adelante”, dijo. “Pero por ahora, ambos bandos deberían detenerse en la línea del frente, volver a casa, dejar de luchar y dejar de matar gente.”

Estas declaraciones de Trump se produjeron tras una tensa reunión con el presidente ucraniano en la Casa Blanca el viernes, y se consideran un cambio brusco respecto a su postura de septiembre, cuando dijo que Ucrania podría recuperar todos sus territorios e incluso “avanzar más” en suelo ruso.

Zelenski viajó a Washington con la esperanza de aprovechar la creciente frustración de Trump hacia Vladímir Putin, después de que la cumbre del presidente estadounidense en Alaska no lograra avances en la guerra.

Sin embargo, tras semanas de presión, el líder ucraniano regresó con las manos vacías, sin lograr obtener los misiles de crucero Tomahawk de largo alcance, que habrían sido las armas más potentes del arsenal ucraniano y habrían permitido atacar con precisión objetivos en lo profundo de Rusia, incluida Moscú.

Después de reunirse con Zelenski en la Casa Blanca, Trump publicó en redes sociales que las conversaciones fueron “muy interesantes y sinceras”, y añadió: “Como ya le he dicho repetidamente al presidente Putin, ha llegado el momento de detener la masacre y alcanzar un ACUERDO.”

Fuentes describieron la reunión como tensa y señalaron que la delegación ucraniana se marchó decepcionada.

Según The Washington Post, Putin propuso un intercambio territorial en el que Rusia se retiraría de pequeñas partes de Zaporiyia y Jersón a cambio de que Ucrania cediera las regiones de Donetsk y Lugansk al control ruso.