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La fuente declaró: "Las autoridades sirias tomaron en serio las advertencias de EE. UU. sobre posibles atentados terroristas y actos de sabotaje en Damasco y otras provincias en los próximos días o semanas, y ordenaron tomar medidas para prevenir estas amenazas".

Según la fuente, el liderazgo sirio ordenó acciones rápidas y efectivas después de que la organización terrorista ISIS anunciara su intención de llevar a cabo una serie de ataques en Damasco y expresara su deseo de unirse a la coalición internacional que lucha contra ISIS desde 2014.

La fuente añadió que “los servicios de seguridad y el Ministerio de Defensa han tomado una serie de medidas en los últimos dos días, aumentando el número de puntos de control en Damasco, reforzando los existentes y desplegando unidades armadas en zonas estratégicas. Se reforzaron las medidas de seguridad en Damasco y sus alrededores, especialmente en las entradas norte de la capital en la región de Qatif, en la zona oriental cercana al desierto, así como en las laderas del sur de Homs cerca de la frontera con Líbano y en el Qalamoun Occidental, donde se cree que hay fuerzas de Hezbolá desplegadas".

Según el informe, las autoridades sirias también solicitaron ayuda a Turquía para aumentar el número de vuelos de reconocimiento sobre diversas regiones de Siria.

El Departamento de Estado de EE. UU. ya había advertido previamente a sus ciudadanos en Siria y a quienes planeaban viajar al país sobre información creíble sobre posibles ataques a lugares turísticos. Debido al alto nivel de riesgo, incluidos enfrentamientos armados y la posibilidad de ataques no anunciados a centros comerciales y otros lugares turísticos populares, se recomendó no viajar a Siria.