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El portavoz del Pentágono, Sean Parnell, declaró: “Gracias a nuestros soldados que respondieron al llamado, la ilegalidad en Los Ángeles está disminuyendo. Por lo tanto, el Secretario ha ordenado la retirada de 2.000 miembros de la Guardia Nacional de California de la misión federal de protección.”

Esta decisión se produce tras el despliegue por parte de Trump de 2.000 miembros de la Guardia Nacional el 7 de junio, seguido de otros 2.000 unos días después.

La Guardia Nacional de California fue convocada en respuesta a las protestas en el área de Los Ángeles tras el aumento de inspecciones por parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. y el Departamento de Seguridad Nacional en el sur de California.

El gobernador de California, Gavin Newsom, reaccionó al anuncio del martes instando a Trump y al Departamento de Defensa a “enviar a todos inmediatamente a casa”.

Gavin Newsom dijo: “Durante más de un mes, los miembros de la Guardia Nacional han sido alejados de sus familias, comunidades y trabajos civiles para servir como peones políticos del Presidente en Los Ángeles. Mientras unos 2.000 están empezando a ser dados de baja, los demás siguen sin misión, sin dirección y sin esperanza de regresar a ayudar a sus comunidades.”

La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, celebró la reducción en las filas de la Guardia Nacional, calificándola como una “retirada” gracias a la “unidad y fortaleza del pueblo de Los Ángeles”.

En una rueda de prensa, afirmó: “Espero que la administración haya escuchado esto. Nuestros soldados están entrenados para luchar contra enemigos extranjeros en tierras extranjeras. Nunca fueron necesarios aquí. Tampoco lo son ahora.”