Deniz polisinden Adalar çevresinde 'deniz taksi' denetimi

Varsovia cerró la frontera con Bielorrusia el viernes para supervisar mejor el gran ejercicio ruso-bielorruso “Zapad”.

Sin embargo, la medida, anunciada como temporal, ahora parece indefinida; el Gobierno afirma que “está preocupado por la seguridad de los ciudadanos polacos” y que “el tráfico volverá a la normalidad cuando la frontera sea completamente segura”.

Este movimiento se produjo en un período de alta tensión diplomática—después de que Rusia enviara la semana pasada un enjambre de drones para probar la defensa de Polonia y mientras el presidente de EE. UU., Donald Trump, intensificaba la presión diplomática para castigar a China por ayudar al Kremlin en la guerra de Ucrania. El Gobierno polaco señaló que “la lógica del comercio ha sido sustituida por la lógica de la seguridad”.

Lo más importante es que el cierre afecta a una ruta comercial que transporta el 90% de la carga ferroviaria entre China y la UE.

En esta ruta, el volumen de carga China-UE aumentó un 10,6% en 2024, mientras que el valor de los bienes creció cerca del 85%, hasta 25,07 mil millones de euros. El corredor representa ahora el 3,7% de todo el comercio UE-China, frente al 2,1% del año anterior, y se ha convertido en un salvavidas para gigantes del comercio electrónico como Temu y Shein.

Las empresas polacas también podrían verse afectadas. La estatal PKP Cargo dijo que los retrasos cortos pueden gestionarse, pero advirtió de que un cierre prolongado desviarían el comercio por Kazajistán, el Caspio y el Mar Negro hacia el sur de Europa o Turquía.

El cierre se produjo apenas una semana después de que la compañía pusiera en servicio el primer tren de mercancías Varsovia-China con carga de varios países europeos. Este viaje simbólico pretendía reforzar el papel de Polonia como centro logístico y elevar el perfil internacional de PKP Cargo.

Artur Kalisiak, director de proyectos estratégicos de la asociación Transport and Logistics Poland, afirmó: “El cierre completo de la frontera es un problema vital no solo para el transporte y la logística, sino para toda la economía”. Añadió que unos 10.000 conductores bielorrusos empleados por empresas polacas de transporte han quedado varados, sin poder regresar a sus trabajos en Polonia ni volver a su país.

Espaniol News Agency Espaniol News Agency

 

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